Oooo Chile despertó....

Santiago de Chile, Octubre 2019

Ooooo chile despertó, despertó, despertó, Chile Despertó….
Lo escucho por primera vez, estoy a pasos de Plaza Italia, porteando a mi hijo, al lado de mi pareja, ha sido una caminata de cuadras y cuadras alucinante, llena de alegría, amistad, afecto, hermandad, regocijo, de calles repletas de gente que va y viene del epicentro, un millón y medio de personas y toda cifra se quedará corta, porque siempre fue un flujo y por todas partes la gente grita, canta, toca bocinas, me piden una foto, por supuesto¡ felices desean ver a Gabriel, siete meses con sus padres: no estamos en guerra¡¡ claro¡ nunca lo estuvimos: luchas internas, personales, crecimiento de la conciencia, búsqueda de sabiduría, abandono de certidumbres: sii¡ eso sí: muuuuuucho.
Quiero cantar a la segunda, se viene:
Oooooo Chile despertó… (lo intento) mi voz no sale, antes: la conmoción, el llanto, el estremecimiento, quiero saltar y mis piernas flaquean: casi como de no creerlo: es verdad? Es verdad? Estamos despertando todos juntos? Aquí en el centro de la capital mundial de un modelo social esclavista sofisticado? Es cierto que después de tanto no creer fuese posible siquiera un mínimo de cordura con el despilfarro de la naturaleza, de la sabiduría ancestral, del calor humanista de nuestros pueblos, estemos aquí todes llenos de banderas mapuche despertando?? 
Y se viene la tercera… y ahora sí: en la incredulidad, el asombro, la maravilla, la alegría, el entusiasmo, la conmoción más profunda, no me la pierdo… no, no no quiero dejar ir este momento maravilloso, este regalo de la vida, la conexión con tus hermanos y hermanas, la posibilidad de ser unos nuevamente, unos, todos juntos…. Y me lleno de fuerza, he inspirado profundamente, seco mi llanto rápidamente y allí viene:
Despertó, despertó, Chile Despertó¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡
Y la siguiente ronda será una fiesta, un carnaval, una explosión de fuerza, confianza, ánimo, prufunda alegría¡¡¡ síii es verdad¡¡¡ 
Pañal de tela al aire a girar mierda¡¡¡ 
Oooooo Chile despertó, despertó, despertó, Chile Despertó¡¡¡¡
Oooooo Chile despertó, despertó, despertó, Chile Despertó¡¡¡¡ 

Que hermoso grito, que bella acción. Y entonces comprendo por qué estoy aquí, por qué estamos tod@s aquí y por qué todo esto genera tanta confusión en quienes tienen cargos de representatividad… y por qué sencillamente esto no se detendrá y por qué este también es un signo más de los profundos cambios que toda la humanidad está llamada a ir emprendiendo para beneficio de nuestra especie. 


Ziley Mora, menciona que en Mapuzungun existen al menos 20 palabras distintas para Despertar. Según su relato, ello muestra una vez más cómo desde la cosmovisión Mapuche es tan nítido que el camino de la vida está profundamente conectado con el camino del crecimiento personal, con el de la conciencia, en un continuo vivir que se va sucediendo en los distintos Despertares posibles, luego de la madurez de una etapa de vida. Esta conciencia no es exclusiva del pueblo Mapuche. En conversaciones con Patricia May ella cuenta cómo su propio caminar ha sido el de reencontrarse con la inmensa sabiduría espiritual existente en todas las escuelas iniciáticas del mundo que sitúan a este despertar de la conciencia como el más importante y valioso paso en el plano de la existencia. Y recuerdo a Pedro Serrano, hablándonos de cómo los humanos somos todos familia, venidos de una misma abuela común de hace 50.000 años. No solo somos de la misma especie que habita el planeta 200.000 años, sino además, somos la misma familia con una abuela común a tod@s, los 7MMM actuales. Y entonces tiene todo sentido para mí: Recuerdo al Doc (Humberto Maturana) junto a Ximena, hablándonos de la era Matrística, aquella en que durante milenios la emoción que guiaba el convivir fue la colaboración, la ayuda, el apoyo, donde emergió todo lo que nos constituye como Sapiens Amans: la conversación, nuestro lenguajear, lo ritual, lo festivo, simbólico, el clan, la ampliación de la sexualidad por placer, etc, etc, etc…
Son eras psíquicas dicen ambos. Y Naranjo, ahora iluminando desde lo estelar, le dio con todo al patriarcado, también distinguió hace rato que el camino era el del despertar de la conciencia. 
Y escucho un poquito, un ratito lo que las “autoridades” intentan enarbolar como “soluciones” y comprendo por qué en el transitar cotidiano posterior sencillamente tod@s sentimos: no hay comprensión de lo que sucede. 
Y eso lo siento comprensible desde mi mirar: este escuchar solo es posible después de abandonar. 
Quienes están en la desesperación de encontrar una “solución” les veo aferrados al pasado:
A las iglesias, al estado democrático presidencialista, al control, al abuso, a la doctrina del Shock, a la técnica cartesiana militar industrial, a izquierdas y derechas,  y un sin fin de estereotipos gestados en la cultura surgida de todo este largo período civilizador. 
En muchos, me doy cuenta, ha seguido habiendo fe en que este es el buen camino: productividad, “desarrollo”, eficiencia, buenos índices macroeconómicos, explotación (de recursos naturales y de personas). Comprendo la perplejidad. 
Mientras el caminar de muchos y muchas fue “gozar” de lo que esta manera de conducirnos, de hacer las cosas, de relacionarnos generaba y desde allí suponer lo maravilloso del modelo, muchos y muchas en otro camino, fuimos abandonándolo todo y reencontrándolo todo:
Hace 25 años dejé la iglesia, hace 20 comprendí la vida partidista no va conmigo, nunca milité, y más o menos en la misma época dejé las gaseosas: adiós Coca-Cola. Hace 15 dejé de tener televisión, no he visto nunca un Reality. Dejé de ver doctores alópatas, construí mi casa en barro, hice mi primera huerta de semillas antiguas, siendo ingeniero, abandoné la ingeniería para encontrarme conmigo mismo en la educación cuando distinguí el engaño de la misma. Y después de un recorrido de casi 20 años como educador siento he abandonado al profesor: aquella figura doctrinaria, apegada a datos, enseguecida y silenciada en el asumir que su “gran misión” es “enseñar información”, sin darse cuenta que lo que se co-construye junto a los estudiantes es un sistema de domesticación como único y esencial funcionamiento de la cultura escolar que va quedando en el pasado.
Y cuando parecía pocas sorpresas vendrían: este año recibí a mi hijo en casa: abandono de la medicina que entorpece el parto y hoy Chile completo dice despertar y siento he abandonado completamente esta estructura organizacional vertical presidencial no participativa que ya cumplió para mi su etapa en la humanidad.
¿Qué espero? Nada. He trabajado mucho personalmente para abandonar las expectativas. Pero, ¿Qué sueño y hago? Todo. Iniciando por seguir soltándolo todo para re-co-construir junto a l@s demás. Este es un momento de quiebre, crisis, profundo cambio: bienvenido sea: a seguirlo co-construyendo y disfrutando.


Ignacio Alonso Carrasco Ulloa
Educador
EIBC (Escuela Internacional de Bienestar Cultural)
Colegio Quillahua Matríztico Montessori
Pedagogía del Bienestar

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